El mundo atraviesa dos grandes negociaciones y está en espera del vencimiento de dos plazos que definirán el entorno político y económico.
Por un lado esta Grecia y su negociación con los grandes acreedores europeos, la Troika europea.
En esta negociación, como suele suceder en todo tipo de negociaciones, al más débil le ha tocado ceder. El Gobierno griego ya prepara un paquete de propuestas de reformas valorado en 12.000 millones de euros a implementarse en los próximos dos años, como contrapartida del tercer rescate que ha solicitado insistentemente a sus socios del euro. Si los ministros dan el
Por otro lado, la otra negociación que definirá en gran medida el panorama internacional, es la negociación nuclear con Irán, que está a tan solo horas de definirse.
En esta negociación también la incertidumbre y la tensión han sido la constante. Los iraníes exigen el fin del embargo de armas y de las restricciones impuestas a su producción de misiles balísticos, aspecto en el que las grandes potencias no quieren ceder.
Desde el punto de vista de la inversión en petróleo, Irán supone el mayor peligro para el precio del crudo. Si se levantan las sanciones, Irán podría inundar el mercado internacional de más barriles de petróleo, lo que aumentaría la oferta y arrastraría los precios hacia abajo.