YANGON – Después de dos años de labores, la misión investigativa independiente de las Naciones Unidas concluyó que el Consejo de Seguridad de la ONU debería remitir ante la Corte Penal Internacional a miembros de las fuerzas militares de Myanmar, a quienes acusan de actos genocidas perpetrados en contra de la minoría islámica Ronhingya. Adicionalmente, agregó que 600 mil miembros de la etnia que permanecen en Myanmar se encuentran aún en riesgo serio de genocidio.