Autoridades nacionales en apoyo con agencias internacionales, desarticularon una organización transnacional que buscaba inversionistas interesados en enviar cocaína a distintos países de América y Europa.
Durante las operaciones nueve personas fueron capturadas. Según versiones la banda criminal le exigía a los inversionistas sumas de dinero para los costos logísticos de la operación prometiendo que más adelante retornarían las ganancias a quienes aportaron capital para la compra de la droga que la red conseguía.
Los envíos se realizaban mediante correos humanos, buques o containers que llevaban mercancía legal. Los criminales, para enviar pequeñas cantidades de droga, usaban computadores y repuestos, entre otros objetos. Los centros de operaciones desde donde se organizaba la logística de los envíos se concentraban en Santa Marta, Barranquilla, Bolívar y La Guajira.