WASHINGTON – En una movida histórica, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció el restablecimiento de sus relaciones bilaterales con Cuba gracias a la aparente mediación de la Santa Sede, recibiendo fuertes críticas por parte de congresistas republicanos tales como Marco Rubio, proveniente del estado de la Florida, al igual que de la comunidad cubana exiliada en su país, quienes afirman que la decisión servirá para fortalecer el régimen dictatorial de los hermanos Castro en detrimento de los derechos humanos de los habitantes de la isla. Otros opositores, tales como la bloguera Yoani Sánchez, criticaron la movida como una victoria del régimen castrista comprada con la liberación del contratista estadounidense Alan Gross, cuya libertad, afirmó, se intercambiaría con la de espías cubanos detenidos en los Estados Unidos. Por su parte, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, calificó la decisión como altamente positiva.