El shutdown o cierre del Gobierno Federal de los Estados Unidos cuesta 8.000 millones de dólares por semana a la economía de ese país, según algunos analistas, mientras que el PIB se contraería en un 0,15% según cálculos de JP Morgan.
La situación del shutdown hizo que unos 800.000 funcionarios fueran enviados a sus casas. Sin embargo, se mantienen en sus puestos los empleados esenciales, como controladores aéreos, militares y funcionarios de prisiones y correos.
Para dimensionar el grado de afectación, la Casa Blanca funciona con un cuarto de empleados, la mayoría los más cercanos a Obama y los encargados de la limpieza.
En Washington la mayoría de los museos fueron cerrados -los controlados por agencias federales-, mientras que en Nueva York la Estatua de la Libertad fue cerrada, mientras que en el Estado de Wyoming, el parque de YellowStone fue cerrado. La agencia aeroespacial NASA también fue parcialmente cerrada.
La Embajada de los Estados Unidos en Bogotá informó que no hay afectación en el servicio de emisión de visas y el servicio consular de ese país sigue funcionando con normalidad.
Entretanto, la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos reveló que tiene fondos disponibles hasta el 17 de octubre. De no aprobarse un presupuesto federal para esa fecha, Estados Unidos podría verse obligado a suspender pagos, algo que sería inédito y que podría desatar una nueva crisis global, porque Estados Unidos entraría en default y no podría pagar los bonos de deuda pública.