La Hora de La Verdad

Crisis política en Chile

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció ayer que pidió la renuncia a todos los ministros de su Gobierno y que hará cambios en el gabinete dentro de las próximas 72 horas.

La mandataria ha dicho que los cambios que llevará a cabo se deben a “múltiples elementos” y que espera que la medida fortalezca al Ejecutivo para promover las reformas que está impulsando en el país.

Esta medida Doctor Londoño no tiene precedentes en la historia del país sudamericano. Pero era una medida que era necesaria y ya la oposición estaba esperándola.

El apoyo a Bachelet y a su Gobierno se ha visto seriamente mermado desde comienzos de año a raíz de algunos casos de corrupción político-empresarial que se han destapado.

Uno de estos casos afectó directamente a la mandataria, cuyo hijo, Sebastián Dávalos, está siendo investigado por la fiscalía por un millonario negocio inmobiliario que realizó junto a su esposa, Natalia Compagnon.

El cambio de gabinete era una medida esperada en los partidos oficialistas y los de oposición, aunque Bachelet dijo que no lo anunció antes porque el Gobierno se había centrado en responder a los desastres naturales que han afectado distintos puntos del país.

Con esta medida, Bachelet espera mejorar su imagen, catorce meses después de empezar su segundo mandato y elevar su popularidad, que ha alcanzado mínimos históricos.

La aprobación a Bachelet se mantuvo en abril en el 31 % y el rechazo aumentó hasta el 64 %, tres puntos más que el mes anterior.

Lo que sí ha sorprendido es como cambiaron las prospectivas de este país suramericano. Hasta hace muy poco Chile tenia uno de los índices de crecimiento más altos de la región, incluso había quiénes apostaban que sus fuertes políticas de libre mercado llevarían al país a convertirse en un país desarrollado dentro de poco. 

Sin embargo, este segundo gobierno de Bachelet parece estar acabando con todas esas posibilidades.

 

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