Por Ángela M. Henao F. 

El mundo esta siendo testigo de una tragedia humana que viven miles de inmigrantes.

Por un lado, Malasia anunció ayer la movilización de la marina y de los guardacostas para socorrer a los inmigrantes varados en el mar desde hace semanas, mientras los países de la región y Estados Unidos se reunieron en Birmania para abordar la crisis.

Casi 3.000 inmigrantes han llegado a Tailandia, Indonesia o Malasia en los últimos días, pero hasta ahora las autoridades habían alejado de sus costas a varias embarcaciones, provocando duras críticas de las Naciones Unidas y de organizaciones no gubernamentales. Estos inmigrantes provienen de una pequeña minoría musulmana que se ven obligados a salir de sus territorios por ser tratados como parias en Bangladesh y Myanmar.

Por otro lado, Más de 900 migrantes procedentes de tres atestados barcos que iban a Europa desde el norte de África fueron rescatados en un día. Así lo dijo el jueves un funcionario de la guardia costera italiana, quien agregó que también se recuperó un cadáver.

Refugiados que escapan de la guerra y la persecución política e inmigrantes económicos desesperados por tener una vida mejor están inundando Europa este año, alcanzando cerca de 35,500 hasta la primera semana de mayo, según estimaciones de la agencia de refugiados de la ONU.

Esta es una tragedia de la cual la comunidad internacional tendrá que hacerse cargo.