El mayor acto de terror en la historia de Turquía: al menos 95 personas murieron el sábado, según las últimas cifras oficiales, y 246 resultaron heridas (48 de ellas permanecen todavía en cuidados intensivos) en un atentado perpetrado presuntamente por los yihadistas de Estado Islámico (EI) durante una marcha por la paz en el centro de Ankara.
A pesar de que el sábado por la tarde el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, nombró cuáles eran las cuatro posibles organizaciones que poseían los medios necesarios para realizar una matanza de este calibre, –el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), Estado Islámico (EI), y dos pequeños grupos de la ultraizquierda turca, el Frente Revolucionario por la Liberación del Pueblo (DHKP-C) y el Partido Comunista Marxista-Leninista (MLKP) – , lo cierto es que el Gobierno turco empieza a reconocer que la teoría más plausible sea la de los islamistas radicales del Estado Islámico.
Y Cientos de personas marcharon por las calles de las principales ciudades turcas después del atentado protestando contra las políticas del gobierno a quien responsabilizan por el ataque terrorista.