Las seis potencias del grupo G5+1 e Irán han alcanzado ya el acuerdo “completo” sobre el controvertido programa nuclear de la República Islámica.
El objetivo de este pacto es comprobar el “carácter exclusivamente pacífico de las actividades atómicas persas”. En cambio, el entendimiento premia, con algunas condiciones, a Irán, al otorgarle la derogación gradual de las sanciones internacionales que agobian su economía, y que se adoptaron precisamente debido a las incertidumbres sobre su programa nuclear.