El sector minero-energético, que esperaba este año una caída de 2,5%, frente a la caída del 6,5% del año pasado, vuelve a prender las alarmas. En todos los diarios del país hoy salen titulares con relación a la crisis que se agudizará en el sector debido a las consultas populares. La pregunta que se sometió a votación el domingo en Cumaral, Meta fue la siguiente “¿Está usted de acuerdo ciudadano cumaraleño que dentro de la jurisdicción del MUNICIPIO DE CUMARAL (META), se ejecuten actividades de exploración sísmica, perforación exploratoria y producción de hidrocarburos?”
El resultado: 7.658 votos por el NO y 183 por el SI. Sin embargo, en reciente fallo del Consejo de Estado, se aclaró que ninguna consulta podrá afectar los derechos adquiridos, es decir, las actividades que ya se están desarrollando no se deben frenar, al menos eso es lo que hoy alega la Agencia Nacional de Hidrocarburos y la Asociación Colombiana de Petróleos. Francisco Lloreda, Presidente de la ACP, ha insistido en que “con reservas que solo alcanzan para cinco años y un régimen fiscal no competitivo, la incertidumbre causada por las consultas populares pone en riesgo las campañas exploratorias que necesita el país, comprometiendo la autosuficiencia energética”.
El sector está pendiente del proyecto de ley de concurrencia, que buscaría desenrredar el asunto y establecer los límites precisos en las competencias de los entes territoriales con relación al uso del suelo y de la nación frente a la explotación del sub-suelo. El proyecto deberá ser acordado con los gremios del sector y se radicaría en la próxima legislatura. Un poco tarde. La meta de mantener una producción por encima del millón de barriles diarios de petróleo, por ejemplo, es cosa del pasado. Según la Agencia Nacional de Hidrocarburas, a diciembre de 2015 la producción de petróleo era de 999 mil barriles diarios y a diciembre de 2016 había caído a 837 mil barriles diarios. En el mes de abril del año en curso la producción fue de 857 mil barriles diarios.
Se pretende prohibir la explotación legal y responsable en el sector minero-enrgético, pero se le permite a los informales hacer y deshacer a lo largo y ancho del territorio nacional. Mientras tanto, el Banco Mundial también bajó su proyección de crecmiento para Colombia de 2,5% a 2,0%. La aproximación más aterrizada es la de Jose Antonio Ocampo, quien sugiere que le crecimiento será de 1,5%. Prosperidad para todos.