Por: Roberto Mora
Hoy trataremos de explicar cómo se conduce a la hambruna a un país tan rico, con las más grandes reservas de petróleo del mundo. Todo comenzó en 2003, cuando Chávez elaboro una lista de 165 alimentos cuyo precio comenzó a fijar el gobierno unilateralmente para, supuestamente, controlar la inflación. Hasta el 2007 los precios guardaban relación con los costos de producción, pero desde entonces la brecha entre unos y otros aumentó hasta llevar a muchas empresas a la quiebra. Desde entonces, el colapso de la producción interna ha conducido a una dependencia de las importaciones cada vez mayor.
Esta medida comunista vino acompañada de otras del mismo corte: intervenciones de empresas agroindustriales, y confiscaciones y nacionalizaciones de empresas productoras de café, centrales de azúcar, arroceras y productoras de pasta. También fueron expropiadas la principal productora de semillas, la más importante productora de lácteos, 10.000 hectáreas de fincas productoras de carne y leche; al menos 5 empresas productoras de harina de maíz; dos productores de aceite y los principales cadenas de supermercados.
Las mejores haciendas fueron por supuesto entregadas a los chavistas, que no saben administrarlas. Lo mismo ocurrió con PDVSA, la gallina de los huevos de oro, que fue usada como fortín burocrático por Chavez. Los ejecutivos con conocimientos y experiencia fueron reemplazados por los aliados políticos de Chávez, y como consecuencia la producción de petroleo descendió de 3.5 millones de barriles diarios a poco mas de millón y medio. El mercado de dolares esta intervenido y en Octubre del año pasado siete enlatadoras de atún que empleaban 3.000 personas debieron cerrar porque no pudieron obtener las divisas para pagar por los insumos importados.