Por Santiago Castro Agudelo
El gobierno nacional presentó ayer el Marco Fiscal de Mediano Plazo, en el que hace algunos ajustes que deben prender las alarmas en varios sectores. En la presentación del Viceministro Técnico de Hacienda, Andrés Escobar, se trató de generar confianza, alegando que el gobierno reconoce la pérdida estructural de ingresos que se desprende de la caída de los precios internacionales del petróleo, pero alega que se han tomado las medidas necesarias para que la economía se mantenga a flote.
El gobierno afirma en el documento presentado ayer que “el PIB registró un crecimiento de 2%, en línea con lo que proyectaban el gobierno y los analistas encuestados por Latin Focus Consensus Forecast en diciembre de 2016”. Habrá que recordarle al ministro y a su equipo que según el DANE el crecimiento económico fue de 1,8% y en el marco fiscal del año pasado el gobierno esperaba un crecimiento del 2,5%. Ahora proyectan un crecimiento económico de 2,3% para 2017 y de 3% en 2018. El Banco de la República asume que será del 1,8% y el nuevo codirector del emisor, Jose Antonio Ocampo, es menos optimista e insiste en un crecimiento de 1,5%.
Los principales supuestos que expone el gobierno para 2017 incluyen también una inflación de 4,1%, el dólar en $2.977, el precio del barril de petróleo en 51 dólares y una producción de 840 mil barriles de petróleo diarios. De igual modo, un incremento del 13,9 % en las exportaciones y de 5,9% en las importaciones, que cerraron en terreno negativo de 13,4% y 17% respectivamente en 2016. El déficit fiscal estaría en 3,1% y el balance en cuenta corriente en -3,6%.
Las vigencias futuras autorizadas hasta el 30 de abril del año en curso, y que cubren el periodo 2018-2040 asciende a 86,9 billones de pesos. De ese monto, el 15,2% se ejecutarán en 2018 por el actual gobierno. El 2,1% de las vigencias futuras corresponden a funcionamiento, algo absurdo, y el 98% a inversión. Los avales fiscales incluyen en primer lugar la construcción de la primera línea del metro de Bogotá. Amanecerá y veremos.
El gobierno incluyó el dividendo de la paz en el marco fiscal y afirma que “existe, es positivo y significativo, aunque muy inferior al estimado en otros trabajos”. Según Hacienda el crecimiento del PIB real en un escenario sin conflicto sería de 4,8% en 2022 y de 4,5% en un escenario sin paz.
Todo parece indicar que Colombia no repuntó. Prosperidad para todos.