LONDRES – El primer ministro inglés, Boris Johnson, generó la ira ayer de sus opositores al forzar la suspensión del parlamento hasta el próximo 14 de octubre semanas antes de la salida de su país de la Unión Europea, prevista para el 1º de octubre. La libra esterlina cayó a causa del anuncio, mientras que sus oponentes señalaron la medida como un golpe y una declaración de guerra, pero éste la defendió señalando su importancia para buscar imponer una audaz y ambiciosa agenda doméstica nueva.