CANBERRA – El primer ministro australiano, Scott Morrison, hizo un llamado a investigar después de que dos periodistas de su país resultaran heridos en la utilización de gases lacrimógenos y gomas de bala para disolver una protesta masiva que se llevaba a cabo el lunes pasado en la tarde a las afueras de la Casa Blanca. Varios periodistas de otros medios también resultaron heridos en los hechos. La alcaldesa de la ciudad de Washington calificó el uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos para permitirle al presidente Donald Trump tomarse unas fotografías frente a una iglesia como “penoso”.