BERLÍN – La canciller alemana logró salvar su coalición de gobierno el fin de semana con la renuncia de dos altos funcionarios de su gabinete, incluyendo un viceministro, quienes se aliaron con la extrema derecha en unas elecciones regionales. Los comicios habrían roto un tabú político, según el cual los partidos tradicionales se habían comprometido a no trabajar nunca con el partido AfD anti islam y anti inmigrante.