Hace noticia en La Hora de la Verdad, Andrés Felipe Arias, ex ministro de Agricultura, quien habló de su nueva novela sobre Germánico y de su más reciente libro “Cocaína: ¿estabilizador colombiano 2015-2018?”.

Arias explicó que al estar en la cárcel en EE.UU, que son cárceles muy difíciles y complejas, hay que buscar mecanismos para sobrevivir; él encontró en la actividad intelectual uno de esos mecanismos.

Agregó que siempre ha sido un apasionado de la cultura romana y escogió a Germánico, personaje de la historia de Roma que estuvo muy cerca de ser uno de los emperadores.

Destacó que la gente no se esperaba que hablara de estos temas en la primera entrevista que hace a un medio de comunicación desde su llegada a Colombia, pero aseguró que son temas bastantes interesantes.

El Exministro confirmó que para marzo de 2020 ya debería estar lista esta novela sobre Germánico tanto en publicaciones físicas como disponible en plataformas digitales.

También se refirió a su libro “Cocaína: ¿estabilizador colombiano 2015-2018?” y explicó que mientras estuvo en la cárcel en EE.UU tuvo contacto con varios narcotraficantes que le dieron detalles del negocio como rutas de comercialización y precio de la droga.

“Los académicos hemos hablando toda la vida del impacto del narcotráfico en la economía, pero yo he sido el único que en la cárcel convivió con capos del narcotráfico y empecé a darme cuenta de algunas reflexiones”.

Agregó que ya está trabajando en la segunda parte de ese libro en el que hará un estudio al negocio del narcotráfico pero como si fuera una empresa, algo así como cuando hacen estudio de banca de inversión, para poder determinar las ganancias, las variables y las pérdidas del negocio.

Andrés Felipe Arias se despidió de la entrevista contando que su situación no ha sido un proceso fácil, “pero vamos bien y seguimos confiando en Dios. Yo estuve en una cárcel de los EE.UU en una celda de 2×2 teniendo que sobrevivir, no sé cómo lo hice, pero lo logré”.

Recalcó que es inocente y que fue condenado por un delito que no cometió en un proceso lleno de anomalías, pero que sabe que algún día se hará justicia.