Esto si de verdad no tiene antecedentes en la historia de la república, ni en la reciente, ni en la más antigua, un ex presidente renuncia a la comodidad de su retiro, renuncia a esa trinchera que le hacen la constitución y los hábitos políticos, para dedicarse a pensar y opinar libre e impunemente sobre el acontecer nacional y salta a la arena política. La situación de país lo merece, Colombia está a dos puntos de su perdición, es decir a dos dedos de quedar en el castro chavismo, en esa orbita fatídica que no le ha traído al mundo otra cosa distinta que abyección moral y ruina económica, y ante esa perspectiva es a la que responde el presidente Álvaro Uribe Vélez con una decisión llena de coraje y llena de patriotismo “me lanzo al Senado de la Republica”…