Queridísimos amigos, tengo que dar a todos las gracias por el interés que tuvieron en mi salud, pero sobre todo los que elevaron una oración al cielo por mi recuperación, el valor infinito de la oración. Quienes no creen tienen una carencia que lamentamos de todo corazón. Quienes creemos estamos entregados a la misericordia de Dios. Estos días tan dolorosos me permitieron conocer una cara maravillosa de Colombia, la de sus servicios de salud…