Por: Fernando Londoño Hoyos
Una de las más sobresalientes características de la democracia americana, es la condición de pagador de impuestos (taxpayer) que el ciudadano siente tener, y por la que reclama, exige, protesta o aplaude.
Quede para otra ocasión el tema respecto a Colombia y la incógnita que significa un ciudadano que no sabe que paga impuestos, o que no lo realiza o más curioso, si cabe, que no le importa.
Usted, lector amigo, es un egregio pagador de impuestos. ¿No lo sabía? Pues esta mañana salió de su casa o apartamento, por la que paga un dineral en impuesto predial, y ahora, si su casa tiene un valor medianamente importante, también pagará impuesto a la riqueza, o contra la pobreza, o como a Juanpa le de la gana llamarlo. Y si es arrendatario, tiemble. Porque el dueño no es bobo y sabe que de su canon le tienen que salir el predial, la valorización, los servicios más caros del mundo, y todo eso se lo cobra usted.
Tomó su carro y usted va montado en los impuestos que pagó al comprarlo, los de importación o aranceles que llaman; enseguida le caen con el impuesto a los vehículos; lo acechan en todas las carretera con peajes y finalmente, con los impuestos a la gasolina. En este momento y para redondear cifras, los ricachones de los Estados Unidos pagan el galón de combustible a $5.000 y a usted le cuesta $8.000. ¡Y allá importan petróleo y nosotros somos exportadores! La diferencia, los impuestos que usted paga y que se los cargan en la bomba. Para que la tenga clara, el petróleo ha caído un 30% de precio, y el Gobierno le ha hecho a usted una espléndida rebaja del 1% en el de la gasolina. ¿La diferencia? De esos impuestos que usted paga sin quejarse ni protestar.
Si en el camino a su lugar de trabajo para en cualquier tienda o almacén, paga impuesto de IVA por lo que compra, más el ICA que el comerciante pagó y le traslada a usted, más el impuesto contra la pobreza que también le descargan.
Si ve televisión, paga los impuestos de las cadenas, y los costos parafiscales de sus empleados y los que tiene por conectarse a cualquier proveedor de películas o de Internet.
Cuando le pagan su salario o el servicio que usted preste, va por delante la retención, que es un impuesto anticipado. Y al final del año, con una renta que apenas le permite vivir, a entenderse con la DIAN se dijo. Si cree salir bien librado, es solo porque ya pagó sin darse cuenta o porque de puro pobre no califica para más impuestos.
Podríamos continuar esta lista. Alguien que ya la hizo completa, sacó en claro que un empresario llega a pagar en Colombia el 75% de sus ingresos. Y ese empresario, sin excepción, lleva bien la cuenta. Para pasársela al consumidor en la primera oportunidad.
Y después de esta catástrofe le cuentan que hay un hueco presupuestal de 12.5 billones de pesos. Lo que realmente le están diciendo, dilecto amigo, es que se prepare a tapar el hueco.
La Reforma Tributaria que pelean los gremios con el Gobierno, es hija mal nacida de ese hueco. Porque Juanpa gasta más de lo que recibe. Porque falta mermelada para la tostada. Porque la monumental corrupción no permite que la plata alcance. Porque hay que comprar aviones de cinco millones de dólares para queJuanpa y sus Ministros visiten los pueblos pequeños. Para los grandes tienen el avión presidencial con que vuelan a Cartagena a reparar fuerzas en la Casa de Huéspedes Ilustres.
La mala noticia de hoy, es que le viene encima un hueco peor. El petróleo cayó y el Gobierno vivía del petróleo. Por cada dólar que disminuya el que se llama WTI o el BRENT, el hueco es de más de cuatrocientos mil millones de pesos. Luego por los 30 de caída reciente se abre un orificio en las cuentas de Juanpa de más de trece billones adicionales. Que usted pagará, no se haga el desentendido.
Finalmente, se vino el aluvión de la devaluación. Buena noticia para la economía productiva y pésima para los deudores. Nuestro sector público debe cincuenta y seis mil millones de dólares. Multiplíquelos por $350 de caída del peso, y le da cuánto más debe usted. Y esa deuda habrá que “servirla”. ¿No sabe que es “servir” la deuda? Pues aprenda. Otro hueco que usted tapará.
Juanpa es un honor que cuesta. Y vaya si cuesta. Para el 2.015, un hueco como de treinta billones de pesos. Y toda la pelotera de ahora es por los primeros 12.5. De los 18 restantes nadie le habla. Las malas noticias se dan gota a gota. Prepárese. Porque a tapar el hueco llaman.