El capitán de la selección brasileña llegó hacia la media noche del domingo al sambódromo de Río de Janeiro para asistir a la segunda noche de desfiles de las escuelas de samba del llamado Grupo Especial, la mayor atracción del carnaval en Brasil y considerado el mayor espectáculo del mundo al aire libre.
El atacante ya había recibido críticas el pasado viernes por haber aparecido bailando y disfrutando de las fiestas del carnaval de la ciudad de Salvador tan sólo tres días después de haber abandonado las muletas con que se apoyaba para caminar durante el proceso de recuperación de su lesión.