Por: Roberto Mora

Comienzo por darle crédito a nuestra amable oyente en Londres que pronosticó el triunfo del brexit, es decir de la salida del Reino Unido de la Unión Europea,  cosa que finalmente ocurrió con un margen de 51.9% contra 48.1%. Nosotros confiábamos en que ganaría la permanencia, y nos basábamos para ello en las tendencias de las encuestas, las casas de apuestas, los mercados, y declaraciones de los propios partidarios de la salida, algunos de quienes incluso anoche, mientras avanzaba el escrutinio, declaraban que lo mas probable era que ganara la permanencia, pero anunciaban que continuarían en su empeño.

Ayer hablábamos  de algunas de las consecuencias  de la salida, entre las mas importantes un posible desmembramiento de la Gran Bretaña, comenzando con Escocia, que convocaría su propio referendo con la intención de separarse del Reino Unido e integrarse a la Unión Europea. De la Gran Bretaña a la pequeña Inglaterra, como comentó algún analista británico antes de la votación.
 
Decíamos tambien que Londres es la capital financiera de Europa y  que este sector aporta al Reino Unido el 10% de su PIB. La capital Británica seguramente perderá esta condición, que probablemente ocuparía la ciudad alemana de Frackfurt.
 
El Primer ministro se vio obligado a renunciar y abandonaría el poder a partir de Octubre.  Ayer comentábamos que académicos británicos habían opinado que Cameron fue irresponsable al convocar a un referendo innecesario, solo por solucionar un problema de corto plazo al interior de su partido.

El Reino Unido deberá renegociar todos sus tratados de comercio exterior, comenzando con la propia Unión Europea y los EEUU. Pero estos tratados toman tiempo, y la Gran Bretaña, con un mercado de 65 millones de personas no tiene una posición negociadora tan fuerte como la de estos dos mercados de 500 millones y 320 millones de personas, respectivamente.

Como informamos en La Hora de la Verdad, el billonario George Soros pronosticó el miércoles un viernes negro en las bolsas del mundo entero si triunfaba la salida. En efecto, la salida produjo ya una caída de las bolsas europeas del 8.69%. En Estados Unidos, el Wall Street  Journal titula con una probable revaluación del dolar, que afectaría sus exportaciones.

En fin, las consecuencias de corto plazo son mas fácilmente calculables que las de mediano y largo plazo, que es a lo que le apuestan los partidarios de la salida. Pero desde el punto de vista geopolítico, un debilitamiento de la Unión Europea o su eventual desmoronamiento sería un impacto nefasto para el orden mundial y la preminencia de occidente.  Uno pensaría Dr. Londoño que al menos China y Rusia celebran discretamente esta decisión de los británicos.