la International Football Association Board, la organización dependiente de la FIFA y encargada de definir el reglamento del fútbol está estudiando introducir nuevas modificaciones que afectarán a las infracciones por mano, a los lanzamientos de penalti y a los cambios.

La international board decidirá si los aprueba el próximo sábado en la reunión de Escocia.

Estos son los cambios que se quieren realizar:

1. No habrá rechace en los penaltis. Una de posibles novedades sería eliminar el rechace en los penaltis. Es decir, si un jugador lanza una pena máxima y el guardameta toca el balón o este golpea en el marco de la portería y regresa al juego, la jugada queda anulada, de modo que se concedería un saque de puerta y el lanzador no podría recoger el rechace y enviar el balón al fondo de la red, tal y como sucedía hasta ahora.
2. Las manos ‘deliberadas’: Otra de las novedades intentará eliminar la palabra “deliberadamente” en lo que a las manos se refiere. Actualmente, la Ley 12 de las Reglas del Juego establece que se señalará una falta, o un penalti si la infracción es dentro del área, cuando un futbolista toque “el balón deliberadamente con las manos (se exceptúa al guardameta dentro de su propia área penal)”. Sin embargo, esa apreciación, ese “deliberadamente” ha generado el debate permanente a la hora de señalar estas acciones.

De modo que ahora se propondría eliminar la palabra “deliberadamente” y hablar de posición            natural o no natural del brazo en el momento del contacto con el balón. Esto, sin embargo,                  también generará polémica a la hora de definir qué es antinatural. Además, los jugadores                    podrían intentar buscar ventaja y lanzar la pelota al brazo del rival. Además, cualquier gol                  anotado después de golpear en la mano de un jugador atacante sería anulado

3. Menos pérdida de tiempo en los cambios. Cualquier jugador que sea sustituido debería                       abandonar el campo por la línea más cercana en lugar de salir por la zona de los banquillos.               Y  se propone detener el cronómetro para evitar pérdidas de tiempo intencionadas.