Cada vez piensa uno que el régimen de Maduro llegó al límite de su osadía, de sus extravagancias, de su arrogancia frente a todo lo que el mundo occidental reputa sagrado o por lo menos respetable, pero no, siempre nos sorprende con un hecho nuevo. Lo que hizo el fin de semana pasado impidiendo la llegada de la carga humanitaria es un delito a la luz de los Convenios de Ginebra; no puede haber ninguna justificación para atacar un vehículo que lleva alimentos para gente hambrienta y mucho menos medicinas para gente que está enferma, y de esas medicinas dependa su vida (…). Pues ahí íbamos, y creíamos que de allí no se seguía nada, cuando anoche nos sorprende la noticia de que había sido puesto preso el periodista Jorge Ramos…