Con medidas de contingencia la Alcaldía de Bogotá empezó el desmonte del albergue para migrantes venezolanos ubicado en la localidad de Engativá de la capital colombiana.

El albergue fue instalado en medio de protestas por parte de la comunidad de la zona, desde el pasado mes de noviembre donde llegaron más de 500 venezolanos con la advertencia que el campamento tan solo funcionaria por dos meses.

En el lugar permanecen tan solo 143 venezolanos de los cuales 31 son menores de edad y muchos de ellos expresan que no tienen a donde ir ni cuentan con permiso para trabajar. La Alcaldía también advirtió que no habrá nuevos campamentos y que tampoco permitirán asentamientos ilegales en la ciudad.