Por: Angela M. Henao F.

El miércoles 18 de marzo la OEA eligió al nuevo secretario general de la organización. Luis Almagro, ex canciller de Uruguay, estará frente a la organización desde mayo próximo en medio de altas expectativas de los países miembros para que reencamine sus objetivos y reviva el vigor del foro político más antiguo del mundo.

Sin oposición y apenas con una abstención anónima, Almagro fue elegido para ocupar la secretaría general por los próximos cinco años. El diplomático de 51 años – quien fue canciller durante el gobierno de José Mujica – , asumirá formalmente el cargo el 25 de mayo en sucesión de José Miguel Insulza. 

Aunque la elección de Almagro fue casi unánime en la OEA, esta ha generado bastantes dudas e incertidumbres entre analistas políticos y diversos sectores de la opinión pública en la región.  Las dudas surgen porque, aunque la OEA sigue siendo un foro importante, los acuerdos sobre temas fundamentales como Derechos Humanos y Democracia están en inminente riesgo. 

El caso más dramático de ese riesgo es el caso venezolano, donde la violación de derechos humanos y el maltrato a los acuerdos democráticos es sistemático. A pesar de lo anterior, al parecer Almagro no planea hacer mucho al respecto.

Por sus declaraciones y sus antecedentes políticos se prevé que Almagro siga defendiendo el papel de la UNASUR en Venezuela lo que ha generado bastante preocupación, ya que la organización ha sido gris y condescendiente con la crisis democrática y de derechos humanos del vecino país. 

El respaldo casi unánime a Luis Almagro es un respaldo de los líderes de la región a José Mujica, y, en ultimas, a la auto denominada “nueva izquierda” latinoamericana y al foro de São Paulo.

Almagro, seguramente seguirá la misma línea de José Miguel Inzulsa pero con mas radicalidad y fiel a los principios de este foro. Todo indica que la izquierda seguirá determinando el rumbo de América Latina.